Los Hermanos de San Juan de Dios somos una institución religiosa de confesionalidad católica y sin ánimo de lucro que promueve la ayuda a necesitados y enfermos, en los ámbitos social y sanitario, a través de la hospitalidad fomentando una asistencia integral y humanizada guiada por sus valores: calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad. Estamos presentes en 51 países, con más de 300 centros, 1.250 hermanos, más de 40.000 trabajadores, 33.000 plazas sanitarias y sociales y más de 20 millones de beneficiarios. En la demarcación de Castilla contamos con más de 2.500 profesionales, 300 voluntarios y 100 hermanos que atienden a casi 5.000 personas diariamente. Contribuimos a generar un desarrollo social más justo. Intervenimos, a través de diversos programas socio-sanitarios, en aquellos colectivos que precisan nuestra ayuda. Con la participación de trabajadores y voluntarios hacemos llegar nuestros programas de atención integral a todas las partes del mundo y formamos una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación sin ánimo de lucro del mundo.
Juan de Dios fue pionero en la actividad asistencial ya que fue el primero en separar a los pacientes por el tipo de enfermedad que sufrían y destinó una cama para cada enfermo. Fue entre 1538-1539 cuando Juan de Dios funda en Granada su primer hospital, revolucionario para su época también por el trato y calor humano que los enfermos reciben de Juan y sus compañeros.
Esta forma de atender a los enfermos y necesitados surge tras su episodio de conversión religiosa. Tras escuchar a Juan de Ávila predicar sufre tal conmoción espiritual que da voces y gritos que le llevarán a ser tomado por loco e ingresado en el Hospital Real donde sufre el tratamiento que se da a las personas enajenadas: celdas oscuras, maniatados, tratados con azotes, baños por sorpresa, exorcismos o cadenas.
Tras su experiencia descubre la que será su gran aportación y pide a Dios que cuando salga pueda disponer de un Hospital donde las personas reciban otro tipo de trato. Entre 1538-1539 Juan de Dios funda en Granada su primer hospital, revolucionario para su época; por el trato y calor humano que los enfermos reciben de Juan y sus compañeros, y pionero en la actividad asistencial; fue el primero en separar a los pacientes por el tipo de enfermedad que sufrían y destinó una cama para cada enfermo.
Juan Ciudad nació en 1495, en un pequeño pueblo portugués: Montemor o Novo, en la región del Alentejo. Hasta los cuarenta años vivió diversas aventuras y trabajó en diversos oficios como pastor, soldado, albañil y librero.
Muere el 8 de marzo de 1550.
Su entierro constituyó una extraordinaria manifestación de duelo y fervor hacia su persona y su obra por parte del pueblo, la nobleza y las autoridades de aquella época. En 1886 fue proclamado Patrono de los Hospitales y de los Enfermos. En 1930, Patrón de los Enfermeros y de sus Asociaciones. Además es Patrón del Cuerpo de Bomberos por su actuación durante la extinción de un incendio declarado en el Hospital Real de Granada, del que consiguió sacar ilesos a cuantos enfermos se encontraban en su interior.
La Hospitalidad es nuestro valor central, es el carisma de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y el sentido del ser de la Institución.
Este valor fomenta una asistencia integral y humanizada guiada por sus otros cuatro valores guía: calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad. El valor de la Hospitalidad nos lleva a acoger al otro tal cual es, con amabilidad y generosidad, viviendo siempre con una actitud de apertura a los demás, respondiendo a las necesidades de las personas en busca de su bienestar y su salud.
Por tanto, en la Orden cabe hablar de una Cultura de la Hospitalidad, compartida por la Familia Hospitalaria que forman los Hermanos de San Juan de Dios y sus colaboradores (trabajadores, voluntarios y bienhechores).
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios considera fundamental un conocimiento apropiado por parte de sus trabajadores de su carisma y misión, especialmente en un momento en el que éstos están llamados a asumir responsabilidades crecientes en las obras apostólicas.
Entre los objetivos de esta formación institucional, orientada fundamentalmente al personal de la Provincia de Castilla, están:
El 15 de diciembre de 1981 abrió sus puertas el Centro de Acogida Santa María de la Paz en un edificio vacío cedido por las Religiosas del Sagrado Corazón en la Avda. Pío XII de Madrid, con doce residentes.
En pocos meses el número de personas acogidas ascendió a sesenta.
En el año 1986 se produce el traslado al actual barrio de Sanchinarro, perteneciente al distrito de Hortaleza, cambiando la ubicación de una zona urbana a una zona, en aquellos momentos, rústica.
Generalmente son personas que presentan una situación de desarraigo social muy marcada, con motivo de la grave problemática personal que arrastran desde hace años (pérdida de empleos, familia, hogar, situación de calle prolongada…). Son hombres prematuramente envejecidos, enfermos, solitarios y carecen de forma casi absoluta de recursos.
Actualmente el Albergue cuenta con 110 residentes.
El valor central en nuestra ayuda a enfermos y necesitados en los ámbitos social y sanitario es la HOSPITALIDAD.
Este valor fomenta una asistencia integral y humanizada guiada por sus valores: calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad.
Calidad: entendemos la calidad como la excelencia profesional en la atención integral al paciente, poniendo a su disposición los medios técnicos, humanos y espirituales que necesite en cada momento.
Respeto: consideramos al usuario de nuestros centros en su dimensión humana como el centro de nuestra atención teniendo en cuenta sus derechos y decisiones implicando en el proceso a los familiares. Promovemos la justicia social, los derechos civiles y humanos.
Responsabilidad: hacia los usuarios, el medio ambiente y hacia los ideales de San Juan de Dios, siendo capaces de aplicar la ética y una justa distribución de los recursos de los que disponemos en las actividades que realizamos para la adecuada sostenibilidad de los Centros.
Espiritualidad: hacia todos los usuarios, pacientes y familiares, profesionales, creyentes o no, y de otras confesiones religiosas atendiendo sus necesidades espirituales y religiosas, contribuyendo de esta manera a la Evangelización.
La Misión del Centro es dar acogida y atención integral a la personas sin hogar, ofreciéndoles un espacio de acogida y de diálogo que incremente su calidad de vida, en el que los usuarios recuperen dignidad y aprendan a relacionarse a través de un conjunto de actividades mediante las cuales poder desarrollar sus competencias personales, sociales y crecimiento personal, contribuyendo así a mejorar su autopercepción y la del entorno.
Nuestra misión en definitiva es caminar hacia la incorporación social de los usuarios a través de:
Crear un buen clima de convivencia en la Institución.
PRESENTACIÓN
El LXIX Capítulo General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios aprobó la elaboración de un Código de Ética. La realización del mismo fue encomendada a la Comisión General de Bioética de la Orden. Una vez concluido el documento y estudiado por el Definitorio General, éste lo aprobó.
A pesar de que en el año 2000 la Orden elaboró la Carta de Identidad, donde se recogen y desarrollán los principios y elementos esenciales que identifican a nuestro Instituto, incluidos aquellos de carácter ético, se vio necesario realizar un Código Ético, es decir, un documento que recoja los principios, valores, criterios y normas fundamentales que deben seguirse en toda la Orden, por todos los Hermanos y Colaboradores, en lo que concierne
al ámbito de la ética en nuestra misión, tanto a nivel asistencial y clínico, como social, medio ambiental, en el respeto a los principios éticos de la Iglesia y de la Orden, abiertos al diálogo y la búsqueda siempre del bien de las personas necesitadas y sus familias, con el máximo respeto a sus condiciones y convicciones.
El objetivo fundamental del presente Código Ético, teniendo en cuenta las distintas realidades sociales y culturales, es ayudar a desarrollar y ejercitar mejor la misión de la Orden, es decir la hospitalidad, que para nuestra Institución es el principio, el valor, la virtud y la referencia ética esencial. Podemos decir que la hospitalidad es nuestro imperativo ético, el canon que nos indica aquello que se debe o no se debe hacer, aquello que está o no está bien. La hospitalidad es la ética de máximos a la que nos sentimos llamados, es en definitiva la excelencia a la que hemos de tender permanentemente en
nuestra acción con las personas atendidas, en fidelidad al carisma y a la misión de la Orden, que nos legó San Juan de Dios, nuestro fundador.
La hospitalidad es también un valor y una categoría ética universal, un punto de encuentro universal, especialmente en estos tiempos de la globalización y de las migraciones: es la respuesta social, humana y ética justa para nuestro mundo actual, que compartimos con toda la humanidad, tanto en el ámbito humano como en el de la creación y el medio
ambiente.
En este sentido la hospitalidad se convierte en un espacio común para todos los hombres y mujeres de la tierra, más allá de donde nazca cada uno. Un espacio común donde todos podemos coincidir. Un punto central a partir del cual estamos llamados a contribuir para humanizar y regenerar la sociedad. Es global, universal, inclusiva y es una vía ancha para el diálogo con todos. Lo contrario lleva a la “inhumanidad” y crea una sociedad sin alma.
Deseo que este Código de Ética sea una ayuda para toda la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios, de modo que oriente a todos en la vida y en el comportamiento diario para ejercer la atención y la asistencia a las personas enfermas, pobres y necesitadas con la profesionalidad, la humanidad, el respeto y la responsabilidad que nos pide el proyecto de la Orden.
Agradezco a la Comisión General de Bioética de la Orden y a cada uno de sus componentes, el buen trabajo realizado, dando respuesta a la petición del Capítulo General. Es un rico instrumento al servicio de todos los que formamos la Orden que
contribuye a poner de manifiesto con más claridad, si cabe, nuestra misión y nuestra identidad en la actualidad.es.
Hno. Jesús Etayo
Superior General